Muerte en Traspinedo

El hallazgo de saliva de Esther López en el maletero del coche de su amigo reactiva la investigación

Esther López
La Guardia Civil ha encontrado restos de saliva de Esther en el coche de su amigo.

El hallazgo de restos de saliva de Esther López en el maletero del coche de su amigo Óscar reactiva la investigación de Traspinedo (Valladolid) sobre la muerte de la joven cuya desaparición se produjo el pasado 12 de enero, aunque su cuerpo sin vida no fue hallado hasta el sábado 5 de febrero por un paseante. La Guardia Civil ha encontrado saliva en el maletero del coche de la marca Volkswagen de Óscar, uno de los amigos con los que fue vista por última vez el día de su desaparición.

Este miércoles el coche de Óscar fue conducido de nuevo a la comandancia de la Guardia Civil, donde en su presencia se efectuó una nueva inspección. Los especialistas de Policía Científica de la Guardia Civil ya encontraron restos de sangre del joven en el interior del vehículo, además de vestigios de Esther, en concreto saliva en el maletero del coche.

Esta nueva inspección, según ha podido saber OKDIARIO, se dirige a localizar parte de la sangre que la joven víctima habría perdido durante los días que su cuerpo estuvo desaparecido, sangre que el análisis forense ha determinado que habría perdido la víctima. Estas pruebas han sido claves y determinantes para volver a inspeccionar en profundidad el vehículo de Óscar, que terminó declarando ante los agentes en presencia de su abogado.

Durante el registro y análisis del vehículo estaban presentes expertos de la marca Volkswagen, cuya colaboración ha sido fundamental para determinar los lugares donde estuvo el coche de Óscar desde el día que desapareció Esther López.

Faltan solo unos días para que se cumplan tres meses desde la desaparición de Esther López en Traspinedo, Valladolid, el pasado 12 de enero, pero la investigación no ha cesado nunca y los agentes de la Guardia Civil han seguido realizando pesquisas para determinar quién acabó con la vida de la joven, escondió su cuerpo y más tarde lo trasladó hasta la cuneta donde fue encontrada 24 días después de desaparecer. El juzgado ha autorizado este nuevo registro para que los agentes vuelvan a disponer del vehículo en el que la joven viajó por última vez compañía de su amigo Óscar, quien aseguró haberla dejado sola y de madrugada en una carretera comarcal. Agentes especializados en inspecciones oculares de la Benemérita se han trasladado desde Madrid para llevar a cabo esta diligencia.

A primera hora de la mañana la Guardia Civil comunicaba a uno de los amigos que estuvo con Esther López la noche que desapareció que volvían a llevarse su vehículo, un Volkswagen T-Roc, a las dependencias de la Guardia Civil en Valladolid para volver a someterlo a una profunda inspección. De hecho, en esta ocasión los encargados de procesar el vehículo han sido los miembros del Equipo Central de Inspecciones Oculares, el ECIO, que serán los que sometan al coche a un estudio mucho más pormenorizado que el primer registro al que fue sometido días después de la desaparición de Esther.

El coche ha sido conducido ya a la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid para ser revisado de cabo a rabo. En aquel primer registro ya se llegaron a conclusiones interesantes, como el hecho de que el coche estuviera extremadamente limpio, algo que en un principio se atribuyó a que se trataba de un vehículo de reciente adquisición. Sin embargo, parece que los investigadores tienen motivos para pensar que además de ser un coche nuevo también se limpió a conciencia en fechas posteriores a la desaparición de la joven.

Este coche siempre fue importante en el caso. Es en este vehículo en el que Esther López y dos de las personas que estuvieron con ella la noche de su desaparición se fueron del pueblo de Traspinedo, tras salir del último bar en el que estuvieron juntos sobre las dos de la madrugada. En ese coche los tres hicieron una parada a las afueras del pueblo omitida por los amigos en sus primeros interrogatorios ante la Guardia Civil. Más tarde volvieron a viajar en él, según la versión de los amigos, para dejar a uno de ellos cerca de su casa, y fue aquí cuando comenzó la parte más incomprensible del relato de la última persona que se sepa que estuviera con Esther López antes de que desapareciera.

Se bajó del coche

Según este amigo, dueño y conductor del vehículo, Esther le pidió que siguieran de marcha, algo a lo que él dice que se negó y que por eso Esther se enfadó tanto con él que le obligó a detener el coche en mitad de una carretera comarcal, de madrugada y a temperaturas bajo cero. La chica, según dice su amigo, se bajó del coche y él siguió su trayecto hasta la casa de vacaciones que tienen sus padres a escasos metros de donde se perdió la pista de Esther.

Nadie supo de él hasta el día siguiente, y cuando le preguntaron dónde había visto a la chica por última vez relató el episodio de la madrugada anterior, ante lo que otros amigos de la joven le reprocharon el hecho de haberla dejado sola y en mitad de la nada.

Ahora que su coche vuelve a estar en manos de la Guardia Civil las cosas han cambiado mucho desde entonces. Tras el hallazgo del cuerpo de Esther y su examen forense, fuentes del caso ya tienen una aproximación científica a cómo se produjo la muerte de la chica. Para empezar, tienen claro que no murió en el mismo lugar que fue encontrada y que, por lo tanto, fue trasladada de un punto a otro necesariamente a bordo de un vehículo. Sea cual sea el que se utilizó para tal fin la Guardia Civil dará con él.

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